INTERVENCIÓN ARTÍSTICA PARTE DE LA EXPOSICIÓN COLECTIVA DE MATERIALES DOCUMENTALES TRESX3 MÉRIDA
En álgebra, el Sistema de Tres integra tres ecuaciones con tres incógnitas que representan planos en el espacio tridimensional. Al resolver el sistema, se averigua cómo se cruzan estos planos, evidenciando algo que muchas veces no se percibe en su forma aislada. De modo similar, el último episodio del proyecto Tresx3 Mérida de arte UNAM, propuso un relato a partir del despliegue de materiales documentales de tres investigaciones artísticas localizadas en la ciudad de Mérida y sus alrededores. Estas propuestas abordan, desde la experiencia del habitar, las complejas relaciones contemporáneas entre la “naturaleza” y la urbe como un constructo de la modernidad, alejado de un modelo integral de coexistencia con el territorio que fue sustituido por la idea de posesión en función de las necesidades que establece el capital.
Las prácticas artísticas de Vanessa Rivero (Mérida, 1976), Rafiki Sánchez (Mérida, 1988) y Mauro Pech (Yaxkukul, 1986) proponen modos de re-conocer y re-entender la noción de territorio mediante diálogos que surgen del pensamiento científico, la relevancia de la cosmovisión de los conocimientos ancestrales y la reflexión en torno a las crisis socioambientales. Los sistemas naturales y las relaciones interespecie, profundamente alterados en el presente por la crisis neoliberal, son re-apropiados en cada una de las propuestas para convocar imaginarios alternos que puedan proyectar una vida sustentable basada en la noción de “sentipensar" el territorio. Si bien en algunos casos las tesis derivan de inquietudes anteriores al 2020, la mayoría tiene una coordenada común que nos involucra: la pandemia provocada por el COVID-19, momento obligado de repliegue interior para la especie humana que marcó un cambio de perspectiva en la re-organización del sistema, y que nos convocó a re-pensar el sentido de re-situar la idea de habitar con relación a los otros, no solo humanos, sino también no humanos y más que humanos.
Asimismo el proyecto se desplegó en otras sedes alternas al Centro de Artes Visuales de Mérida como Cephcis, Casa Lol-Be y el Jardín Sitpach para vincularse de manera directa con otros lugares y públicos.
Junto con la exposición documental se presentaron tres videos comisionados que se propusieron como detonantes de los procesos de cada investigación e intervención de los proyectos artísticos de Mauro Pech en colaboración con Andrés Puga “Don Rey”, Rafiki Sánchez y Vanessa Rivero. Estos registros dan cuenta de los diversos tiempos que ha implicado el involucramiento con un espacio específico, a la vez que el ejercicio de edición y montaje brindan matices sensibles a cada su narración en el reconocimiento de las cadenas tróficas en el jardín y terrario Sitpach, la recolección de materiales orgánicos para la construcción de la casa maya, o el uso de prendas que extienden un cuerpo híbrido para escapar de las lógicas urbanas del fraccionamiento Las Américas.
El proyecto Vestirse de tierra de Rafiki Sánchez parte de sus investigaciones como habitante del Fraccionamiento Las Américas al norte de la ciudad de Mérida, y se desplegó en la Jardinera del CAV para escapar del colapso que provoca el crecimiento urbano y la gentrificación.
La investigación Entre el ritual y las ruinas de Mauro Pech, desarrollada en colaboración con Andrés Puga “Don Rey” en el municipio de Yaxkukul, explora los procesos y rituales de construcción de la Casa Maya, y presenta una nueva versión en Casa Lol Be en la colonia García Ginerés.
Por su parte, Terrario de Vanessa Rivero en la comisaría de Sitpach, al noreste de Mérida, se ocupa entre el dibujo y la agricultura sintrópica de restaurar un pedazo de “monte” anteriormente destinado a la producción de henequén, que demuestra la necesaria interacción biológica que requiere la vida en su diversidad. Este jardín también abrió sus puertas en visitas puntuales para conocer un ejercicio de interacción interespecie desde la siembra, el cuidado y la vinculación con lo natural.
Por un lado la especulación de Rafiki Sánchez en el proceso de Vestirse de tierra. Cómo sobrevivir al apocalipsis en el fraccionamiento Las Américas y, por otro, el primer capítulo del proyecto Entre el ritual y las ruinas, una investigación escultórica sobre el trazo de la casa maya de Mauro Pech en colaboración con Andrés Puga “Don Rey”, el último constructor de casas mayas de la localidad de Yaxkukul. Este último parte del reconocimiento de la escala del cuerpo previo a la construcción de la casa maya. Esta observación de medidas se traduce en una vara de madera, que se convierte en el instrumento principal que rige la construcción de vivienda para la arquitectura vernácula maya.
Por su parte, la investigación de Rafiki desarrolla una serie de acciones, prendas y recorridos que exploran la posibilidad metafórica de escapar de un sistema urbano homologado, como pueden ser los fraccionamientos suburbanos, que niegan contextos y lógicas territoriales. La contraposición de los planteamientos de ambos proyectos artísticos desata reflexiones sobre la gentrificación, el colapso del sistema inmobiliario en la ciudad de Mérida y sobre los modos de pensar la vivienda con relación a nuestros cuerpos.
El material documental desplegado sobre la mesa, da cuenta de algunos de los eventos e ideas que detonaron las reflexiones de Rafiki: las fuertes inundaciones de 2020 en Las Américas, la constante muerte de venados en en el espacio público o la homologación de sistemas de señalización que determinan las formas de vida barrial del fraccionamiento. Además, sobre las paredes se muestran algunas de las prendas-artefactos que acompañaron sus recorridos, propuestas e intervenciones y que se adaptan a su cuerpo para sobrevivir al colapso de un espacio enrarecido.
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Por su parte, Mauro Pech presenta la medida de la vara, que se selecciona del entorno natural y se ajusta a en proporción a la altura de quien construye la casa, así como el ejercicio del trazo que corresponde a la noción de cosmovisión como una consideración integral del ser con la tierra y el universo, donde la estructura se torna un microcosmos que dialoga con el entorno, los ciclos lunares y la posición del sol.
Asimismo abordan, desde la experiencia del habitar, las complejas relaciones contemporáneas entre la “naturaleza” y la urbe como un constructo de la modernidad, alejado de un modelo integral de coexistencia con el territorio, que fue sustituido por la necesidad de ocuparlo en función de las necesidades que establece el capital.
En esta sala se presenta la segunda parte del proyecto de Mauro Pech. Una vez trazada la planta de la casa a partir de las medidas de la vara, se recolecta el material que proviene de los montes cercanos al lugar de construcción: maderas, barro, huanos, etcétera. Al contar con el material necesario, se organiza el trabajo colectivo de alzado y “amarre” de sus partes. Este gesto de construcción colaborativa, en la cual participan familiares, vecinos o gente cercana a la construcción de la vivienda, se plantea como una posibilidad de imaginación colectiva que determina las relaciones de las comunidades con su entorno, determinado por la orientación solar que regula la temperatura de la casa.
La potencia de la imaginación que propicia el gesto ritual de “amarre” de la casa maya en relación a la región, se conecta con el esfuerzo de restauración de la vida natural, que Vanessa Rivero ha venido desarrollando durante los últimos años en el Jardín Sitpach. Este proyecto artístico surgió durante la pandemia como un laboratorio de observación y dibujo sobre el territorio, por lo que el proyecto ha tenido diversas etapas desde un jardín punk hasta un Terrario. La intervención, hecha con las propias manos y de manera colectiva, ha generado efectos sobre la cadena trófica para propiciar sinergias biológicas de acuerdo al conocimiento de la agricultura sintrópica.
El proyecto surge por una necesidad de utopía ante los desastres ambientales, cada vez más comunes, y con la esperanza de desarrollar estrategias interdisciplinarias para el desarrollo de una relación vinculante con el entorno natural, asimismo se torna una crítica al fracaso de la modernidad y su apuesta por los monocultivos de henequén entre otros.
Sitpach un jardín punk se plantea como un espacio de escucha profunda de los procesos naturales, como un ejercicio de restauración y especulación artístico-científica que proyecta la vida a largo plazo desde la siembra, el cuidado y la colaboración.
La práctica artística de Rafiki Sánchez surge de la posibilidad de pensar el vestido cómo una expansión del cuerpo, una potencia que cuestiona su propia finitud, es decir, sus límites y conexiones con el entorno, con aquello que se víncula con la vida. De esta reflexión surge el gesto artístico de enterrar su propio cuerpo, dejando solo la cabeza descubierta para “vestirse y ser con la tierra”. A partir de esta imagen, el artista compara el modo de habitar un territorio con la posibilidad de “vestirse” y ser con él. Esta noción le ha permitido complejizar las diversas problemáticas que él mismo identifica como habitante de esta región, y que surge del desarrollo inmobiliario desmedido de la última década en la ciudad de Mérida, que ha forzado a los cuerpos a revestirse de paredes, techos y espacios prefigurados por la arquitectura en serie que niega al entorno.
La intervención en la jardinera del CAV presenta un traje que continúa explorando modos de vestirse de la tierra. Este traje, hecho a la medida del cuerpo del artista se suma a una serie de estrategias para escapar de las lógicas de dominación y la comercialización de la vivienda desde el gesto poético. Su materialidad, construida a partir de fibras naturales de la palma cubiertas con tierra, permiten al traje camuflarse entre los árboles, arbustos y la palmera para continuar explorando un nuevo ser híbrido, un holobionte que surge de la necesidad de escapar del colapso para reconectar con el mundo.
Desde 2019, Mauro Pech se ha involucrado con los procesos comunitarios y rituales alrededor de la construcción de la casa maya. Los saberes de edificación de la ancestral vivienda de planta absidal, cubierta con muros de mampostería y techos de huano, están determinados por la cosmovisión maya y los recursos naturales de la región. En este sentido, la observación de este fenómeno desde la práctica artística de Pech, permite dar cuenta de un modo de habitar vinculado a un profundo arraigo con el territorio. A pesar de las bondades que representa su diseño bioclimático, la construcción de la casa maya es cada vez menos común y existen menos guías que cuentan con el saber ancestral del “amarre” de la casa.
Para llevar a cabo este proyecto, Mauro Pech ha colaborado durante los últimos años con Don Rey, el último constructor de casas mayas de la localidad de Yaxkukul. En esta intervención, el artista hace visibles algunas de las cualidades poéticas del proceso de construcción. Por un lado, del trabajo sobre el reconocimiento de la escala propia del cuerpo mediante la selección de “la vara”, un pedazo de madera que equivale a la mitad de la altura del constructor y elemento principal que rige las medidas de la construcción con relación a la escala del cuerpo humano.
Por otro, también reflexiona sobre el trazo que determina la forma de la casa y su orientación, a partir de la posición del sol al amanecer y del juego geométrico de una línea madre, un cuadrado dividido en dos triángulos, y dos círculos, o troyas, que nunca se encuentran. En esta intervención escultórica, se levanta un trazo cuya escala ha cambiado con los años y, que corresponde al dibujo realizado con la medida corporal de Don Rey a sus casi 80 años, diferente a las proporciones que dictaba la vara que utilizó en su juventud. Este proyecto se presenta como un reconocimiento y esfuerzo por documentar algunos de los saberes vivos de Don Rey respecto a una estructura ancestral de habitación, relacionada íntimamente con el territorio peninsular.
El proyecto Terrario Sitpach de la artista Vanessa Rivero surgió durante la pandemia como una iniciativa para reconocer y escuchar de modo profundo los procesos naturales en un terreno anteriormente destinado al cultivo del henequén. El propósito ha venido mutando con el tiempo para encontrar una finalidad primordial: regenerar las relaciones biológicas en una porción de “monte”, ahora en un área suburbana, para restituir las dinámicas de la selva. A partir de la intervención directa sobre la cadena trófica –con las propias manos, y de manera colectiva– el jardín propicia sinergias biológicas de acuerdo al conocimiento que brinda la agricultura sintrópica. El proyecto surge por una necesidad de utopía ante los desastres ambientales, cada vez más comunes, y con la esperanza de generar estrategias interdisciplinarias para el desarrollo de una relación vinculante con el entorno natural, asimismo se torna una crítica al fracaso de la modernidad y su apuesta por los monocultivos
El proyecto inició como un jardín punk, una especulación artística del dibujo con relación a la observación de la vida anárquica de la naturaleza y un ejercicio de imaginación a largo plazo. Este laboratorio ha ido mutando y convocando agentes de otras disciplinas, cómo el biólogo Arnaud García con quién la artista ha diseñado un sistema con los principios de la agricultura sintrópica específica para el jardín. De igual manera, Rivero ha empezado a contar con un equipo cercano para el trabajo duro de la siembra, el cuidado, riego y construcción. A finales de 2022 se implementó el estanque que ha atraído nuevas especies, animales e insectos al espacio.
Para esta nueva etapa del proyecto, el jardín incorpora un terrario abierto que ampliará la diversidad de nichos ecológicos que logren fomentar redes tróficas saludables y complejas. Asimismo, el sistema también incorporó un baño compostero a la vez que proyecta un huerto y un invernadero que levantan preguntas respecto a una proyección a futuro de soberanía alimentaria. La complejidad biológica surge de un cuestionamiento fundamental ¿de qué manera los individuos podemos imaginar nuestra re-integración con el mundo natural que se nos ha negado?
En el marco del TRESX3 Mérida, la inauguración de esta instalación artística estuvo acompañada de una charla para abordar esta investigación con Mauro Pech, Don Rey, último constructor de la Casa Maya en Yaxkukul, y Ricardo Santillán, investigador de Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales en el #centrohistórico de Mérida, Yucatán
Inauguración de la instalación artística Terrario Sitpach de Vanessa Rivero, parte final del recorrido del proyecto TRESX3 Mérida, iniciativa de arte UNAM
Inauguración de la exposición documental de las instalaciones artísticas del TRESX3 Mérida en donde también se llevó a cabo el performance "Vestirse de tierra" de Rafiki Sánchez
En torno a la instalación artística Entre el ritual y las ruinas, una investigación escultórica sobre el trazo de la Casa Maya, esta charla exploró temas sobre arquitectura vernácula y los procesos colaborativos en la construcción de la Casa Maya, sus técnicas tradicionales, su valor cultural y su aplicación en proyectos contemporáneos.
La escucha colectiva es una práctica que consiste en una serie de ejercicios de atención y experimentación en grupo. La atención es dirigida a la interacción de capas de sonidos y silencios, incluidas las vibraciones perceptibles (formaciones sonoras), que serán grabadas por los participantes. La escucha colectiva busca estimular la creatividad y acercarse al jardín de otras maneras.
Al finalizar la actividad, se recopilaron los registros sonoros de los participantes con el fin de que posteriormente se trabaje un ensamble de la escucha colectiva en el Jardín Sitpach para el podcast "Paisaje Sonoro" de arte UNAM
Este taller para niñxs y jóvenes impartido por Mauro Pech abordó los tres elementos fundamentales en la construcción de la casa maya: la vara, el trazo y el amarre. Nos acercaremos a más posibilidades de vivienda en este espacio colaborativo de reconocimiento de procesos y materiales usados en los pueblos cercanos a la ciudad de Mérida.
Charla con el biólogo Arnaud García dentro del Terrario para abordar este espacio para la exploración del vínculo humano/naturaleza en zonas urbanas, además de entender el potencial de los principios de la agricultura sintrópica aplicado en huertos y jardines de la ciudad.
Vive y trabaja en Mérida, Yucatán. Es egresado de la Licenciatura y de la Maestría en Artes Visuales de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Su práctica se vincula con los residuos y desechos a partir del dibujo y el performance, así como de las materialidades del tejido, la vestimenta y su convergencia con el cuerpo. Desde 2013 es colaborador de la Fundación Gruber Jez, en colaboración con la escultora Gerda Gruber, en Cholul, Yucatán. En 2017, fue invitado a participar en la residencia de InSite, Casa Gallina en su sexta edición en la Ciudad de México. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en Museo Jumex, el Museo Fernando García Ponce MACAY, Museo Amparo, Museo internacional del Barroco, Museo de la Ciudad de Querétaro, Centro Cultural Olimpo, Museo de la Ciudad de Mérida, el proyecto FrontGround de la Galería Manolo Rivero, entre otros. Fue seleccionado en la VI Bienal Nacional de Artes Visuales de Yucatán y recibió el premio de arte público “La arquitectura en Yucatán”. Su trabajo forma parte de publicaciones como, El Gran Sur: Estados de ánimo fuera del centro (2019), Experiencias del bien común (2018) el catálogo Artes Mérida (2013-2014) y Estrategias: Atelier Romo (2012). Ha sido beneficiario la beca Jóvenes creadores del Fondo Nacional para las culturas y las artes FONCA en la disciplina de escultura en los periodos 2015-2016 y 2020-2021. En 2023 participó en la exposición inaugural de Spore Iniciative, una iniciativa cultural en Berlín que facilita programas sobre prácticas ecológicas regenerativas a través de aprendizaje intergeneracional y el arte.
Es artista multidisciplinaria que reside y trabaja en Yucatán. Sus investigaciones se desarrollan a partir del dibujo y el estudio del espacio. Utiliza la escultura, fotografía, video y soportes editoriales para concebir instalaciones de sitio específico y ensayos visuales relacionados con las formas de percibir la naturaleza desde la experiencia individual y colectiva. Ha expuesto su trabajo en México, España, Italia, Austria, U.S.A, Taiwán, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Venezuela y El Salvador. En el 2020 comienza Proyecto Sitpach: un jardín, un dibujo en continuo crecimiento para la observación y escucha profunda de procesos naturales. Destacan las intervenciones individuales en sitio: Florescencias Radicales, las plantas tienen ojos (La Tallera, 2023), Legado Natural (Salón Gallos / Galería josegarcia, 2020) Otros Jardines, otra sangre (Museo Experimental El eco, 2020); Las Bestias, otros mundos y todos ellos, (Museo de Historia Natural de la UAZ, 2018 Bienal FEMSA); Límites Baldíos (Expenitenciaría Juarez, 2018); El orden, una frágil conquista (Casa del Lago, Museo de la Ciudad de Querétaro, 2017); Orbis Spike, la Isla perdida, (FrontGround / Galería Manolo Rivero 2015- 2016) y una colaboración en curso con Casa Gallina para la exposición Colibries/huitziltin/ ts ́unu ́uno ́ob (Museo Nacional de Geología, UNAM). Fue Integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2019-21, comisionada para la XIII Bienal FEMSA, 2018; Fondo para el Arte y el Desarrollo, 2017; Residencias Cruzadas Kulturabeitelung des Landes Salzburg / ESAY, 2016; Fondo Municipal para las Artes Visuales, 2016 y 2013 en Dibujo; Apoyo a proyectos de curaduría y exposiciones del Patronato de Arte Contemporáneo (PAC) 2011; Residencia de Producción en la Fundación Gruber Jez, 2010- 11; Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del FONCA, 2011-2012; PROTRAD, 2014; FOECAY, 2002, 1999; Residencia de producción en la Fundación Gruber Jez, Viena 2002.
Es egresado de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY). Su práctica se ha enfocado en los usos y costumbres del pueblo maya yucateco y su relación con la sociedad contemporánea, así como en el arte comunitario y el rescate de saberes. En 2016, participó en el taller Poesía fonética impartido por el artista Edgar Canul, lo cual ha vinculado su práctica con la recuperación de la lengua maya. Su obra ha sido expuesta en lugares como RELE habitación (2015), Jardín Botánico Roger Orellana CICY (2016) o en el espacio independiente Laboratorio Catástrofe (2016). En el 2017 participó en la exposición colectiva El color del espacio en la ex estación de ferrocarriles de Mérida. Desde este mismo año, ha desarrollado proyectos en el municipio de Yaxkukul, del cual es originario. Entre ellos, coordinó y curó la primera exposición fotográfica colectiva comunitaria de Yaxkukul, y desarrolló una investigación sobre la Casa Maya, que derivó en el proyecto Medidas que reducen con los años, una serie de intervenciones gráficas y escultóricas en las ruinas de una casa maya tradicional. En el 2019 recibió la invitación por la ESAY para participar en la exposición Obiectus. Su obra formó parte de la exposición que revisa la producción actual de pueblos originarios Los huecos del agua, curada por Itzel Vargas en el Museo Universitario del Chopo. En este mismo año, participó en la muestra Tiempos de Milpa en el Gran Museo del Mundo Maya. Colaboró con el pintor José Chí con la exposición Ko’ox tukul, ko’ox boon con la que se inauguró el primer taller de arte contemporáneo en el municipio de Dzan. Actualmente su investigación se centra en la exploración de un arte comunitario del estado de Yucatán.
Mejor conocido como “Don Rey”, es sastre, barbero, milpero, campesino y constructor de casas de bajareque. En su adolescencia, se desempeñó como chapeador en el pueblo vecino de Tixkuncheil, cortando y estibando penca, así como en la siembra y cuidado de la milpa. Estas actividades en los montes yucatecos profundizaron desde su juventud un profundo conocimiento y relación con su entorno. Aproximadamente a los 30 años, comenzó a trabajar en la reparación de techos de bajareque y poco más tarde, aprendió a construir estas casas tradicionales en su totalidad “parando oreja, sólo escuchando a los antiguos”.
Don Rey continuó construyendo y reparando casas de bajareque en su pueblo, localidades cercanas o haciendas. Estos procesos se hacían más necesarios con el paso de huracanes o después de incidentes en las fiestas locales en las que se que incendiaban los techos de huano. Estos riesgos comenzaron a hacer que los habitantes prefirieran construir techos con lámina u otros materiales y a que los conocimientos de Don Rey fueran menos solicitados. Actualmente, a sus 81 años, continúa siendo barbero y campesino. Constantemente ayuda y orienta a sus hijos y nietos en el oficio de la construcción, aunque lo más solicitado en estos días son las palapas. Sus hijos y nietos trabajan con su conocimiento transmitido sobre los árboles, las maderas y los montes de Yaxkukul.
Biólogo egresado de la UNAM, apasionado de la ecología de suelos y los sistemas agroforestales. Descubrió su gusto por el mundo vegetal trabajando en el taller de hidroponia de la facultad de ciencias (UNAM). En 2015 se mudó a Yucatán para participar como cofundador del Centro de Agro- ecología, Artes y Oficios Zutut ha, proyecto en el cual coordinó las actividades en los huertos durante 6 años. Por los últimos años ha trabajado como asesor técnico y coordinador de campo en diversos proyectos agroecológicos en la península, entre los cuales se encuentra el Terrario Sitpach de Vanessa Rivero desde 2022.
Actualmente trabaja con la organización Cultiva Alternativas de Regeneración para montar sistemas de producción agro- ecológica en huertas de traspatio usando prácticas tradicionales y técnicas de agroforestería sintrópica. Desde 2022 dirige un programa de formación para promotores comunitarios en agroecología financiado por la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) con la misma organización.
Licenciado en Sociología por la UNAM, obtuvo la medalla Gabino Barreda al mejor promedio de su generación. Maestro y Doctor en Sociología por la Université de la Sorbonne Nouvelle- Paris III. Fue becario de la UNAM, del CIESAS, de CONACYT y del Gobierno Francés. Actualmente es investigador titular “B” en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM, en Mérida, Yucatán. Cuenta con dos libros de autoría individual y tres como coordinador, además de varios capítulos de libro y artículos, éstos últimos, científicos y de divulgación. Ha colaborado con columnas de opinión en medios electrónicos e impresos. También ha dictado conferencias y participado en numerosos coloquios, seminarios y congresos nacionales e internacionales. Ha impartido cursos de licenciatura, maestría y doctorado principalmente en la UNAM, pero también en distintas instituciones nacionales, públicas y privadas; ha sido director de tesis, miembro de comité tutoriales y sinodal en exámenes de grado. Fue responsable técnico de la Red- Conacyt “Centros Históricos de ciudades mexicanas” durante 2018 y hasta agosto de 2020. De marzo de 2013 a marzo de 2015 fue editor de la revista científica arbitrada PENINSULA y desde marzo de 2015 al 31 de enero de 2020 fue Secretario Académico del CEPHCIS-UNAM. Sus líneas de investigación son espacio urbano, estructura de clases sociales, cambio sociocultural y etnicidad en la ciudad y su periferia próxima.
Actualmente desarrolla el proyecto “Conurbación y cambio sociocultural: el caso de Kanasín Yucatán”, así como el capitulo “Mérida” del provecto colectivo “Nuevas geografías de la urbanización en México”.
Es maya originario de Nunkiní, Profesor Investigador en la Unidad de Ciencias Sociales, del Centro de Investigaciones Regionales de la Universidad Autónoma de Yucatán. Es Arquitecto, Maestro en Restauración por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia Instituto Nacional de Antropología e Historia, Doctor en Arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México y Posdoctorado en la Coordinación de Humanidades de la UNAM. Sus líneas de investigación abordan temas sobre preservación del patrimonio cultural y biocultural, paisaje cultural, patrimonio vernáculo, territorio, saberes y cultura maya; de las cuales ha realizado publicación científica en libros y revistas nacionales y del extranjero, así como la producción y dirección de documentales. Coordinó el libro Xa’anil naj. La gran casa de los mayas. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de los comités científicos internacionales: International Committee on Vernacular Architecture, International Wood Committee, International Committee on Intangible Cultural Heritage.
arte UNAM agradece a las personas e instituciones cuya generosa colaboración hizo posible el TRESX3, Mérida, en especial a:
Casa Libertad, Casa Lol Be Centro de Artes Visuales (CAV), Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, Sedeculta Yucatán, Fundación Gruber Jez, Fundación TAE A.C., La Vaca Independiente.
Rosa Arteaga, Verónica Arras, Verónica Bañuelos, Jorge Canul, Jairo Arturo Campos Hernández, Addy Cauich, Alejandro Castilla, Michel Cisneros, Mauricio Escobedo, Camila Espinoza, Arnaud García, Gerda Gruber, Erick Jáuregui, Fernanda Lagunes, Ricardo López Santillán, Lucía Larson, Nancy Nevaréz, Andrés Puga “Don Rey”, Ximena Robles, Sebastián Romo, Sebastián Romero, Aurelio Sánchez Suárez, María Fernanda Sanabria Guevara, Jardinero Tony, Arely Vargas, Saúl Villa
Dirección
Nadia Baram
UX/UI
Alina Galo
Full Stack Development
Carlos Bergen
Artista invitados
Rafiki Sánchez
Mauro Pech
Andrés Puga “Don Rey”
Vanessa Rivero
Vinculación Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales
Alejandra Valdés Teja
Centro de Artes Visuales, Sedeculta, Yucatán
Rosa Arteaga
Coordinadora de Arte UNAM
Cecilia Delgado Masse
Investigación
Jaime González
Museografía y producción
Meredith Gómez
Montaje
Addy Elizabeth Cauich Pasos
Diseño
Viani Herrera
Difusión y redes sociales
Sofía Martínez
Administración
Guadalupe de la Luz
Grupos críticos
Sebastián Romo
Verónica Arras
Camila Espinoza
Sebastián Romero
Fernanda Lagunes
Lucía Larson
Michel Cisneros
Erick Jáuregui
María Fernanda Sanabria Guevara
Jairo Arturo Campos Hernánde
Arely Vargas
Universidad Nacional Autónoma de México
Rector
Dr. Leonardo Lomelí Vanegas
Secretario General
Dra. Patricia Dolores Dávila Aranda
Secretario Administrativo
Mtro. Tomás Humberto Rubio Pérez
Abogado General
Mtro. Hugo Alejandro Concha Cantú
Secretario de Desarrollo Institucional
Dra. Diana Tamara Martínez Ruíz
Director Gral. de Comunicación Social
Mtro. Néstor Martínez Cristo
Coordinación de Difusión Cultural
Coordinadora
Dra. Rosa Beltrán Álvarez
Directora General de Artes Visuales
Mtra. Tatiana Cuevas Guevara